Ir al contenido principal

¿PORQUE SOY TEMPLARIO?

Mis Hermanos, en esta oportunidad tocaremos un tema que nos puede parecer trivial, pero no por eso menos trascendental, ya que de alguna forma puede y debe definir nuestro futuro como personas; es muy posible que ya nos hayamos formulado esta pregunta o que alguien nos la haya hecho. ¿Por qué soy Templario? Es una pregunta que a simple vista debe ser respondida casi de forma automática, porque parece fácil y no se tiene que pensar mucho sobre el tema, pero finalmente ¿Cuál es nuestra conclusión personal sobre esto? ¿Hemos llegado a algo concreto? ¿Nuestras motivaciones son las mismas de cuando comenzamos? Surgen un sinfín de interrogantes que debemos resolver antes de responder con firmeza.
Este trabajo está dedicado a orientar a cada uno de nosotros para responder estas preguntas, todos los que estamos aquí tenemos pensamientos y opiniones que pueden diferir enormemente, sin embargo nos une un mismo fin, los mismos principios y los mismo objetivos.
El camino del iniciado es difícil, ya que nos impusimos estándares altos y duras normas, métodos ancestrales que debemos seguir con perseverancia para poder desgarrar las ilusiones y descubrir la verdad. Mientras estamos sometidos al instinto, nuestros actos obedecen a nuestras necesidades a las que corresponden estrictamente. Cuando una semi-razón nos guía, fácilmente nos formamos ideas extravagantes que influyen en nuestra manera de obrar. El hombre llega así a mostrarse menos sabio que el animal; hace locuras que le acarrearían su degradación, si tarde o temprano no adquiere conciencia de sus actos. El sentimiento de su dignidad lo hace avergonzarse y esforzarse por ser más razonable. En efecto, toda la nobleza del hombre está en la razón. Por esto es que el método iniciático nos indica que no debemos aceptar los dogmas por imposición ni verdades sin antes meditarlas en profundidad, para entender que solo existen medias verdades y en esas encontrar lo necesario para seguir avanzando. Si no practicamos estas normas, solo seremos unos brutos fanáticos, esclavos de las influencias externas con un juicio nublado que solo puede llevarnos a caer en los más profundos abismos y perdernos en la falsa sabiduría de las influencias externas; por lo tanto todo debe ser analizado y entendido en su más profunda forma, incluso la sencilla pregunta de ¿Por qué soy Templario? Así que eso es lo que intentaremos hacer.
De esta pregunta nace un sinfín de otras interrogantes, ya que para poder tener seguridad de que se es algo, primero se debe conocer ese algo, por lo tanto la pregunta de raíz es ¿Qué es un templario? Posteriormente nace la pregunta sobre ¿Qué es lo que me hace ser un templario? Y todo esto dentro de una interrogante aún mayor que engloba a las anteriores que es ¿Qué es el Temple? De esta forma finalmente podremos decir con toda seguridad el por qué soy templario.

¿Qué es el Temple?
Mucho podemos hablar de la historia de la Orden, sobre cómo nació y creció, los cambios y la enorme evolución que ha presentado con los años, sin embargo, lo que realmente debe interesarnos es el ahora del Temple, lo que es hoy, ya que es el Temple que vivimos.
Según nuestra definición formal, la Orden del Temple se define como una Orden de Caballería Cristiana, iniciática, filantrópica y como una hermandad cristiana ecuménica, encuentra su origen en los altos ideales y Principios de la Caballería Cristiana, para irradiar desde estos su actuar hacia todos los individuos, sin distinción política, de credo, etnia o religión o clase social. Lo más importante y que engloba a los demás atributos es que la Orden del Temple, en el día de hoy es una escuela iniciática. Una escuela iniciática es en primer lugar, tal como dice la palabra una escuela; es decir es una organización en la cual se transmiten conocimientos siguiendo un plan de estudios, el cual puede o no incluir reuniones presenciales, lecturas obligatorias o trabajos de parte de los que la componen, etc. Que sea de un carácter iniciático, nos dice que el tema principal de estudio es el camino iniciático, que siguen los iniciados adeptos a la escuela. El fin que persigue una escuela iniciática es el desarrollo integral de las personas, mediante la búsqueda en el interior de cada uno y de esta forma, conocer el universo dentro de la unidad; según el adepto posea mayor dominio y conocimiento de sí mismo, mayor será la virtud que tendrá.
Una organización iniciática en sus formas exteriores, no tiene necesidad de nada más que de un cierto conjunto de ritos y de símbolos, que, del mismo modo que la enseñanza que los acompaña y los explica, deben transmitirse, regularmente, por tradición oral, puesto que sólo ella permite la comunicación de una influencia espiritual, lo que constituye la razón de ser fundamental de toda organización iniciática.
Por lo tanto el Temple tiene como función formar iniciados, individuos que sean capaces de llevar la luz al mundo, proporcionando las herramientas para que cada uno construya su camino, el templario tiene por misión descubrir por sí mismo lo que le conviene admitir como verdad. Los Hermanos con más experiencia se guardan bien de formular dogmas que tengan la pretensión de resolver los problemas que se plantean ante la inteligencia humana. El Iniciado debe consagrarse a la persecución incesante de una verdad que sabe no alcanzará nunca. Lo que diferencia al Temple de sistemas filosóficos o iglesias ya que a esas instituciones les deja el cuidado de satisfacer a los curiosos, quienes, incapaces de toda investigación personal, reclaman soluciones autorizadas, garantizadas por una iglesia respetable o por una escuela que goce de prestigio requerido. Lejos de evitar el trabajo de pensar, el Temple incita a reflexionar. Plantear con lucidez los problemas nos importa mucho más que resolverlos.
Finalmente quiero concluir con esta pequeña definición diciendo que un rasgo fundamental del Temple y en realidad de toda escuela verdaderamente iniciática es la libertad, cada persona que está en el Temple ha venido por su propia voluntad, sin ninguna restricción mental y depende de cada uno y aquí quiero poner énfasis, depende de cada uno tener la humildad de recibir las guías que se entregan para la construcción personal.

¿Qué me hace ser un Templario?
Para muchos en el mundo ser un templario implica solo ocupar una capa, ver unas películas, leer un par de libros y escribir ingeniosos post en internet o participar de iglesias, hablar de una moralidad sucia e hipócrita cual pastoral adolecente, no obstante, como se aclaró en el punto anterior, el Temple es una escuela iniciática, que forma iniciados, por lo tanto, para ser templarios debemos seguir el camino iniciático. Ser un templario no es solo por ser parte del Temple, sino que es algo totalmente trasversal a la vida de cada persona, ya que hay votos que se toman y juramento que se pactan. La promesa de vivir cada día bajo el código templario, siguiendo los principios que promulgamos es lo que nos hace templarios, no los títulos ni cuantos rituales hayamos transitado, si no vivimos el templarismo, simplemente no somos templarios. Esto se puede reducir a una simple palabra, “Compromiso”, pero compromiso en el aspecto superlativo de la palabra, porque no es compromiso solo con los Hermanos o con la institución, sino que debe ser más honesto aun, este compromiso debe ser con uno mismo, el compromiso de tener voluntad, el compromiso de tener el control, el compromiso de querer y ser mejor, al igual que al artesano se le conoce por sus obras, a un Templario se le conoce por como es, ya que en sí mismo debe ser distinto al vulgo.
Una fe sin obra es muerta nos dice Santiago y si logramos desarrollar las herramientas para nuestra construcción personal, debemos si o si construirnos, edificar el ser perfecto en cada uno de nosotros, es en ese trabajo en el que el Temple se realiza en su más profunda esencia, en el trabajo constante de perfección de cada uno de sus miembros, por lo tanto lo que nos hace ser templarios es el trabajo, es ser artesanos activos dentro de la gran obra.

¿Por qué soy Templario?
Finalmente es momento de responder la interrogante que nos convoca, lo que no deja de ser complicado, ya que la motivación intrínseca es profundamente personal, pero, a un nivel un poco más superficial, podemos notar un denominador común, que es la búsqueda, quizás por una simple curiosidad o por una asombrosa epifanía, comenzamos a recorrer y experimentar en distintos lugares, religiones, iglesias, sistemas filosóficos pero no quedamos conformes, sabíamos que no era lo adecuado, que no era lo que buscábamos, hasta que llegamos al Temple, donde encontramos a una hermandad, buscadores de la verdad que con fraternidad y entrega nos han ayudado a forjar y a auto descubrir al maestro interno que está en cada uno. En lo personal quiero compartir por qué yo soy templario, la verdad es que soy templario porque de alguna u otra forma le ha dado sentido y propósito a mi vida, me ha dado las herramientas necesarias para desenvolverme mejor dentro del mundo, me ha ayudado a ir descubriendo mejor la realidad, he ido encontrando a personas que con sinceridad dan su ayuda y consejo, por último, siento que tengo el deber de entregar lo que he ido aprendiendo, siento que la realización personal de la obra no es suficiente, sino que debe ser entregada y transmitida, ese es, en resumidas cuentas, el por qué soy templario. Conclusión Es difícil concluir, dado que solo existe una conclusión posible y esa es la respuesta personal de cada uno de nosotros, sobre el por qué somos Templarios, el Temple, además de lo descrito en estas pocas páginas, debe ser descubierto y vivido por cada miembro, mi intención fue dar un lineamiento general, pero la experimentación es primordial. Mis Hermanos, lo que no tenemos que olvidar es que la razón y la fe nos deben guiar, que tenemos la oportunidad de pertenecer al Temple y depende de nosotros aprovecharla, que cada cosa que logremos depende exclusivamente de nuestro propio esfuerzo, de nuestro esfuerzo personal, de la disciplina que tenemos, de la voluntad e intensión que pongamos en nuestras metas, ser parte del Temple no es el fin, sino el medio para alcanzarlo, todo depende de nuestro compromiso. Por último, ¿Por qué somos Templarios?

“El camino iniciático es difícil, ya que nos impusimos estándares altos y duras normas”

FUENTE: Fr+ Sebastián Arratia Heim (2016). "¿Por qué soy Templario?". Revista "Octógono" - GPTCH. Año I N° 1, enero - 2016, Pág 3 - 6.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

EL SOLSTICIO DE INVIERNO Y SU SIMBOLISMO

                L a p a l a b r a S o l s ti c i o, s e d e r i va d e l l a tí n s ol ( ‘ S o l ’ ) y s í s t e r e (‘ p e r m a n ece r qu i e t o ’ ) . E l S o l s ti c i o de I nv i e r n o , d e s de la p er s p ec t i va a s t r o n ó m i c a , c o r r e s ponde a l i n s t a n t e e n que l a po s i c i ón d e l S ol e n e l c i e l o s e e n c u e n t r a a l a m a yor d i s t a n c i a a ngu l a r n e g a ti va d e l ec u a dor ce l e s t e . De p e nd i e ndo de l a c o rr e s pond e n c i a c on e l ca l e nd a r i o, e l e v e n t o d e l s o l s ti c i o de i nv i e r no ti e ne l ug a r e n t r e e l 20 y e l 23 de d i c i e m b r e t odos l os a ños e n e l h e mi s f e r i o no r t e , y e n t r e e l 20 y e l 23 de j un i o e n e l h e mi s f e r i o s u r ; y e n t é r mi nos m á s s im p l e s , c o rr e s ponde a l d í a de m e nor du ...

DISCURSO: INICIADOS DEL GRADO DE AMAZONA BLANCA Y CABALLERO TEMPLARIO

Excelentísima Priora Templaria del Valle de Arequipa, queridos hermanos de la oficialidad, hermanos  y presentes todos. En esta fecha tan importante como es la Iniciación de nuestros hermanos, Iniciación Templaria debidamente autorizada y respaldada por el Gran Priorato Magistral del Perú, en nombre de la Orden OS  damos la  bienvenida con hermandad y compromiso de caminar juntos este camino Templario.  Recuerden su juramento y que su compromiso es con la Orden y el Cielo es el que juzga su cumplimiento. ¿Qué es La Orden del Temple?  La  Orden del Temple, cuyos miembros son conocidos como caballeros templarios, fue una de las más poderosas ordenes militares cristina de la edad media .    Se mantuvo activa durante algo menos de dos siglos. Fue fundada en 1118 o 1119 por    nueve caballeros franceses liderados por Hugo de Payns tras la primera cruzada . Su propósito original era proteger las vidas de los cristianos ...